Éxtasis Santa Clara de Ricci

La composición muestra a Santa Catalina de Ricci en un momento de profunda unión mística con Cristo. La santa, vestida con el hábito monacal, aparece arrodillada sobre nubes, lo que sugiere la elevación de su alma en un momento de visión celestial. Con mirada devota y manos extendidas, abraza el cuerpo de Cristo, quien, descendiendo de la cruz, se inclina hacia ella en un gesto de entrega y amor divino.


La escena se desarrolla en un fondo arquitectónico, con columnas que insinúan un templo o convento, reforzando el ambiente sagrado de la escena. La nube sobre la que reposa la santa es un recurso frecuente en la pintura barroca para indicar el carácter místico y sobrenatural de la visión.


El uso de la luz y el claroscuro en la pintura destaca la expresividad de los personajes, enfatizando la intensidad emocional del momento. El marco dorado, ricamente ornamentado, refuerza la importancia de la obra dentro del conjunto artístico de la parroquia.


El barroco, movimiento artístico predominante en el siglo XVIII, buscaba conmover al espectador a través de representaciones intensas de la fe y la devoción. En este caso, la pintura sigue la tradición de las visiones místicas, un género frecuente en la iconografía de santos y santas que experimentaban experiencias sobrenaturales en su relación con Cristo.


La representación de Cristo descendiendo de la cruz para abrazar a un santo o santa es un motivo que se encuentra en diversas obras del barroco español e italiano, reflejando la creencia en la unión mística entre el alma y Dios. La postura de la santa, con su hábito decorado con un rosario y medalla, sugiere una relación con órdenes monásticas dedicadas a la contemplación y el recogimiento.


Esta pintura forma parte del legado artístico y devocional de la sede canónica de la cofradía. Su mensaje, que evoca la entrega total a Cristo y el amor divino manifestado a través de las experiencias místicas, invita a los fieles a la contemplación y al fortalecimiento de su propia fe.



La presencia de esta obra en la parroquia recuerda la importancia de la espiritualidad en la vida cristiana y la tradición de los santos que, a través de sus visiones y experiencias, han servido como modelos de fervor y dedicación.

Invitamos a los cofrades y visitantes a detenerse ante esta pintura, admirando su belleza artística y dejándose inspirar por su profundo significado espiritual.